En la antiguedad se tallaba como piedra preciosa en Grecia y en la Roma imperial se elaboraban vasos y adornos.
Es la piedra que permite conectarnos con nuestro ser espiritual, abre la mente nos purifica y nos limpia.
De variados colores y formas desde el púrpura hasta el magenta, blanco, verde, negro, amarillo, rosadas e incoloras. La fluorita amarilla otorga estabilidad y seguridad en situaciones dificiles y equilibra el higado y la vesícula. La incolora abre el chakra de la coronilla y conecta con lo divino. La verde limpia el cuerpo y la mente potenciando la vitalidad.
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